En la batalla, lo mas importante es conocer al enemigo. Y a ello me he puesto…
En primer lugar hay que saber de qué estamos hablando. El fondant, que aquí en España conocemos como el chocolate para fundir, en realidad es también el nombre de una pasta de azúcar que se utiliza para cubrir tartas y hacer decoraciones que en muchos casos son espectaculares. La textura es similar a la de la plastelina, y el sabor es un dulce similar pero más fuerte al de los “jamoncitos” o nubes o marsmallows (como los llaman en el continente americano).
Cuando empiezas a navegar por internet buscando unicamente la palabra “fondant”, ya te puedes ir haciendo una idea de las maravillas que se pueden hacer con esta pasta. Claro está que hace falta más que masa para moldear todas esas exquisiteces…
Una vez lo tenemos claro y para ponernos manos a la obra, lo primero es comprar los ingredientes. ¿Que es básico? Pues el fondant y el colorante. Además, existen multitud de plantillas, herramientas, cortadores, etc.. que te facilitan la tarea (que para mi gusto son realmente imprescindibles), pero como todo, lo vas viendo sobre la marcha.
En cuanto al fondant, este fin de semana cometí la “tontería” de hacerlo a mano con una receta que encontré por internet para thermomix. No os digo yo que si no teneis pasta fondant a mano, pues para una emergencia la haces, claro que sí. Pero es realmente sufrir por sufrir. Llenas todo de azúcar glass (hasta en los lugares más insospechados), te tiras dos horas amasando, pringas muchos cacharros.. y yo creo que encima no te sale a cuenta por precio. Conclusión: LA PASTA FONDANT SE COMPRA HECHA.
Aún así, si hay alguien que se quiere aventurar a probar haciéndolo en casa, en otro post pondré la receta que yo preparé, encontrada por internet, y que ya digo sólo sirve en caso de emergencia 🙂
La segunda parte son los colorantes. ¿Y dónde compro yo colorantes de pastelería?
Después de leer por muchos foros, averigüé que existen 3 tipos de colorantes: en polvo, en pasta y líquido.
- El líquido no lo recomienda nadie porque agua la pasta y la reblandece. Es cierto. Pero como es muy cómodo de aplicar, en un momento dado puedes aplicarlo a un poquito de pasta, añadirle azúcar glas y luego ya mezclarlo con el resto. No queda del todo mal.
- El polvo es barato y fácil de usar pero te vuelves majara a la hora de mezclar. Una hora estuve yo mezclando un pedacito de pasta para conseguir que el color quedase homogéneo. Conclusión: el polvo es genial si quieres hacer un tono marmolado, porque lo mezclas solo un rato y te queda un marmolado precioso. Pero si quieres buscar un color y además que sea intenso…
- .. el colorante en pasta. Es infinitamente más fácil de mezclar, aunque también más caro, obviamente. Pero recomendable al 100%.
Sobre todo quiero hacer hincapié en mi experiencia en la primera prueba, para que si alguien se decide a dar el primer paso, no se de por vencido por las dificultades iniciales.
Y ahora sí: ¿Donde compro estas cosas?
Pues hay numerosas webs en internet que las venden, y algunas tiendas físicas. Es cierto que si vives en Madrid, el tema está resuelto en “The American Store” o similar, pero en mi caso que vivo en Valencia, lo mejor es www.tureposteria.com. Lo lleva una chica majísima que no tiene problema en quedar contigo y entregártelo en mano, si no te importa pasarte por L’Eliana en un momento dado.
En otros post ya iré dando nuevas pistas sobre todo lo que hay que saber (según lo vaya averiguando yo, claro está), pero en la foto de arriba podéis ver el resultado de mi primera prueba: una serie de formas de colores hechas con moldes y que voy a dejar secar para cuando me atreva con la primera tarta.
…dulces saludos.